DECIDIRÉ
Decidiré
Este es el momento
Vendré a golpear tu puerta.
Vivirás
Una ciudad de noctilucas
En mi vientre
Espera ser habitada
Edifícame un cielo menos coherente
Soy tu ángel caído
Nadie sabrá lo que somos
Unas mórbidas gárgolas
Pendiendo de su alto lecho
Apareándose
La simbiosis del amor por el amor
Liberará nuestras almas
Decidiré
Con mi vocación espléndida
Inventar primaveras en tu boca,
Deletrear penumbras en tu pecho,
Enredar en mi juventud tu necesidad de existir,
Anudar mis dedos con los tuyos,
Brincar como potra complacida.
Nadie sabrá qué hago en tus brazos
Preludiar la caída del estío
Calladamente ofrendarte mi jardín de esplendor.
Escucharás
Alguien llama a tu puerta…
¿Tú?
EL ESCRITOR Y LA ROSA
El cuerpo del deseo
Es la lujuria de las palabras.
Los besos, esas errantes grafías
En la piel amada,
Descifran la escritura del silencio.
Cada día haz del amor
Un vocabulario de incógnitas
Que te abran a la mística del verso.
Escribir los sentimientos
En la hoja en blanco
Es un arte que reúne a los amantes
En una crisálida de sombras.
Ella le susurra al oído:
La rosa de pétalos cárdenos
Tiene la sed del desierto.
Quiero beber tu llovizna de versos
Que es el elixir feraz.
Cada libación ensanchará
La estrechez del tiempo.
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