Emilia Marcano Quijada

ENSOÑADORA

Llevo por el cauce de tus besos los labios cuarteados, 

como un recuerdo de lo breve

de la palidéz de la luna llena,

ligera caminante, leves suspiros

calidéz pertinaz de tu libido

lana suave y nocturna

como el canto de una lechuza en la lejanía

Soy de tu cuerpo mercenario,

me disuelvo en tu amor de rocío

me abrazo a tu voz de amapolas

A tu dulzor amarillo, palpitar amatista, beso de nubes!

Te dejo cerrar los ojos al borde del alba

velando tu sueño silenciosamente 

Mirando en el reloj pasar tu boca

Metástasis

Un diminuto coleóptero sobrevolaba el techo

se detuvo en una esquina de mi almohada

.... centenares de ojos nos miraban.....

Todo el divino desorden de aquella cama!

Toda aquella suavidad de tulipanes

Sábanas rosadas borrachas de fluidos

Tu... encima de mi, sudorosa, enloquecida

tratando tiernamente

de comerte el mundo en una mordida

Un minutero cabalgaba sobre miles de latidos

El insecto voló en fracciones de segundo

Tu y yo nos impregnamos de un solo orgásmo

y volvimos a morir de niebla

SIN HOMBRES

No se dilata más la espera

no existe más límite que la piel que llevamos

no nos bastará vernos con solo mirarnos

no volveras a decir que hemos enloquecido

no haremos nada que ya no hayamos dicho...

Solo arrancarnos la ansiedad a pedazos

Y nos apiadaremos del mundo infame

ahogadas en un rio de flores purpurinas

nos llenaremos de lunas sin pudor, sin ropas

sin hombres

No hay mayor distancia entre nosotras

que no sea esa limosna que dejaremos

a los pies de una cama

ROSA DE NOCHE

Postrada, ingrávida

los ojos a ras del horizonte

va destilando sudores de cuerpos

en desvencijadas camas 

de sórdidos moteles

cobijada en vapores

de medianoche

pasajera de trenes que nunca llegan

destinataria de cartas

sin remitente

La buscadora de besos

caminadora 

masturbadora de sueños

que en dos minutos

perecen en orgasmos

sin amores

en jardines sin aroma

donde hasta la rosa

descaradamente se abre

y se pervierte

SERVIDUMBRE

Solo te miro a los ojos

y claudico

Solo te beso la boca 

y me detengo

Me desvanezco de amor

desaparezco

y vuelvo a resurgir

en mil suspiros

Calladamente voy

hasta tu huerto

para robar del arbol

un gemido

y me dominas tu

me llevas preso

de las cadenas 

de tu cuerpo henchido

ya no soporto más

llego me muero!

y me derrumbo esclava

a tu servicio

Yedra

Llevo por ti loco presentimiento

del sabor de tu cuerpo

tu brebaje

de tus tórridos besos

mi alimento

de tu pasión perversa mi ropaje

Dejas en mi cuerpo los dibujos

de tus dientes las huellas

imborrables

de tu sudor, tu manantial de carne

de tus rítmicos suspiros el arruyo

Lentamente te llevo te estremeces

me mira la hiedra

impenetrable

aferra mis cabellos y

al instante

agotada se derrumba y se

adormece!

SIGUE

La negra noche nos mira 

se nos une

callada cómplice al borde 

de una cama

yo me desnudo ante ti

tu me seduces

y nuestros pechos se juntan

y se abrazan

Comienza fiera tu voz 

a desangrarme

a suplicarme de nuevo

sigue sigue!

a remontarse por el

profundo valle

donde se mueren las risas

infantiles

Y vá tu boca que se abre

atormentada

y vá mi lengua que todo 

lo recorre

suena jadeante tu voz

entrecortada

y los latidos de nuestros

corazones

Llega el momento la muerte 

llega llega!

llega la cumbre del valle

sigue sigue!

llega tu grito de amor

que me libera

porque tu grito de amor

mi nombre dice!