COMO SI FUERA UN VIOLONCELLO
...ésta es una partitura convertida en historia
Tócame como si fuera un cello entre tus manos… haciendo un libre y esperado preludio en este otoño, abarrotando las horas de nocturnos en franco vuelo hacia la luna.
Apóyate en el puente que hace mi espalda embrujada por tus besos, iniciando la obertura que derrites en anhelos sucesivos.
Pero ven y tócame como si fuera un cello entre tus dedos, vagando por las cuerdas de estas cadenciosas fantasías.
Escribe una epopéyica semblanza de sonidos, afinando mis frases destempladas con tu ecléctica presencia.
Te cambio la madera por la piel vibrante de mis caderas convulsivas, donde quiero un adagio jubiloso que haga honores de esta dilación…y siénteme como si fuera un cello sujeta entre tus rodillas, apoyada en tu pecho, pasando por tu cuello, llegando hasta tu oreja, produciéndome apneas de impaciencia.
Solo siendo clásica en tus brazos resonaré en tu almohada y recordarás la sinfonía de nuestros corazones latiendo armónicos.
No estaremos solos, he prometido llevar las letras, tú las notas, yo las blancas hojas, tú los pentagramas; yo los epítetos, tú vibratos, yo poemas, tú sonatas, yo a Neruda y tú a Beethoven.
Toca música en mí como si fuera un cello, aumenta mis registros, crea nuevos matices, interpreta un concierto enteramente exclusivo, que debamos repetir y recordar.
Tócame como si fuera tu cello, arráncame un repertorio musical que acompañe tus noches antes silenciosas, hagamos una obra en la gran sala, sin miedos, ni ansiedades, solo un do mayor, una prosa, una tonada y un verso…
Me llamo lirio
Con flores y frutos escribimos sinfonías de sabores,
primaveras con esencias de piel,
parafernalias firmadas con fuego en los pinceles,
manjares que llegaron y se fueron
sin necesidad de equipajes.
Me llamó lirio cuando mi bulbo desnudo
lo ayudó a sobrevivir al invierno
y mi tallo emergió del suelo entre raíces adventicias
que le enredaron las piernas.
Me llamó lirio azul, porque inundaba sus noches
con fragancias de deseos irreverentes
y en verano le abría mis pétalos maduros
en franca y natural exposición.
Me probó cual fruta mediterránea
dulce y jugosa, recolectada en su viña,
conservada en licor y alcohol de cerezas
extraídas de mis delirantes trances.
Fui su cuerpo con sabor a mermelada,
compañía que sació el hambre de caricias,
postre montado para ser degustado
por su exigente y delicado paladar.
Yo su flor comestible, él mi alimento perfumado.
Dejamos sin manteles la mesa, servimos el banquete en la cama...
RECORRIDO SENSORIAL… SIN CON TACTO
Las añoranzas no las guardo en el corazón, las grabo en mi piel.
5 kilogramos.
Eso es lo que pesas, aunque parecen 5 toneladas en realidad.
Los estratos que forman esta corteza de mis brazos, exudan recuerdos y aman tus céfiros en éxtasis. Algunas células de mi dorso migran buscándote con olores aparentes a miel entre flores y danzas.
Estando lejos el pecho se me descama en franca patología sin filigranas, ni amaneceres. Éste órgano pierde consistencia con cada ruido del mar. Suda sal y cáscaras que saltan sin orden germinativo; pero te palpan entre las olas que siempre vuelven contigo.
Cada uno de mis dedos se ocupa de borrar las huellas de otros cuerpos para que no las sientas, desvanecen afanosos los indicios de anexos cutáneos extraños y se disponen a tocar como un arpegio tu mirada.
Y es cuando las sutiles membranas que cubren mis zonas bajas y con mayores recuerdos, se abandonan a tientas en ese abrazo íntimo, maleable e inmoderado en el que oprimo tus pasillos y tus venas. En esa capa profunda de tejido te volví a encontrar, expandido, propagado y derramado.
Mío al fín y al cabo.
Con tacto, la piel… ha refrescado mi memoria.
Bueno!!!
ResponderEliminarLes agradeceré sobremanera su opinión al respecto de este video . . .
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=RcexAtl3s9M